Castillo de Araya

Su verdadero nombre es Real Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya

La Real Fortaleza de Santiago de Arroyo de Araya, mejor conocido como el «Castillo de Araya», es una infraestructura ubicada al sur de la población de Araya. Fue erigido por los españoles para defender las salinas de Araya de las incursiones neerlandesas.


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SOBRE EL CASTILLO DE ARAYA

La península de Araya es famosa por sus lagunas de sal. Las primera noticia de las salinas de Araya, de su abundancia y belleza, fueron dadas a conocer, por los europeos Alonso Niño y Cristóbal Guerra. Ellos la visualizaron en una expedición de reconocimiento, entre los años 1499 y 1500.

En 1569, el Gobernador de Cumaná, Don Diego Fernández de Serpa toma posesión jurídica de las salinas, incorporándose definitivamente a su Provincia y explotándolas por primera vez pues, con ayuda de doce soldados y trescientos indios, extrajo en ocho días más de 4.000 fanegas de sal, no obstante, pronto se olvidan de ellas. La metrópoli era productora de sal y no necesitaba el producto, y la actividad económica de la región estaba completamente dominada por las pesquerías de perlas de Cubagua.

Pedro Mártir de Anglería daba cuenta de sus riquezas y las divulga por Europa en sus Décadas, escribiendo de ellas una sucinta y sustanciosa descripción de las salinas:

"...En aquella playa de Paria hay una región llamada Haraya, que es notable por la fuerza de los vientos, empuja las aguas a una vasta planicie que hay allí junto y, saliendo el sol, cuando se tranquiliza el mar, se coagulan en blanquísima y óptima sal; y si acudieran allí pronto antes de que llueva, podrían cargarse cuantas naves surcaran el mar… "

Las Décadas fueron publicadas en Venecia, en España y en Londres, por lo que puede suponerse que el texto llegó a los Países Bajos, y a través de él los holandeses conocieron de la riqueza de Araya.

Los holandeses, posiblemente leyendo esa información, comenzaron a enviar barcos a la península de Araya en el año 1599 para asentarse y comenzar la explotación de la sal. Este mineral era vital para conservar los alimentos. Esta actividad representaba una parte importante de la economía holandesa en el siglo XVI.

El Gobernador de Cumaná, Don Diego Suarez de Amaya, en carta al Rey de fecha 13 de mayo de 1603, las describe de la siguiente manera:

“La dicha salina está a dos leguas de aquí en esta mi jurisdicción, y diez y siete del puerto de la Margarita; tiene de largo una buena legua, y está prolongada del Nordeste al Sudeste, y por lo más ancho tendrá de quinientos a seiscientos pasos... Y el puerto será capaz para estar surtos en él más de doscientos (se refiere a navíos); y desde el dicho puerto, que está al Oeste, asta la salina, ay quatrocientos (sic) y cincuenta pasos de los míos, de tierra llana y arenisca”.

Suarez de Amaya, señala también que: “Es tan abundante, y crece la sal con tanta fertilidad que, si pasado un mes de haber cargado trescientos navíos, volvieren otros tantos a cargar de la misma parte donde cargaron los primeros, hallarán tan crecida la sal como si nunca se hubiese tocado en ella”.

Tales ventajas fueron sin duda apreciadas por el Capitán holandés Daniel de Mugerol, quien según carta de Don Luis de Fajardo al Rey del 25 de diciembre de 1605 “fue el primero que descubrió estas salinas de Araya (para los holandeses), y el que las gobernaba, llamando señor de ellas al conde Mauricio” en una fecha tan temprana como 1593.

Los holandeses llegaron a Araya y rápidamente la convirtieron en un importante centro de producción de sal. Ellos construyeron una serie de obras de infraestructura para la explotación de las salinas, incluyendo canales, presas y molinos. También, introdujeron nuevas técnicas de producción, que aumentaron la productividad de las salinas.

En ese comienzo, los españoles toleraron esa presencia que veían o se hacían los que no veían desde la ciudad de Cumaná. Pero luego de cinco años, el Rey Felipe IV, finalmente opta por la solución militar y el 19 de septiembre de 1605, la Armada Real del Mar Océano, al mando de Don Luis de Fajardo e integrada por 14 galeones, 4 pataches y 1 carabela, zarpa de Lisboa con destino oficial Flandes, a fin de burlar el espionaje holandés, y evitar cualquier aviso que haga desaparecer a las urcas de Araya.

Al llegar a la península de Araya, en 1606, sorprendieron a ocho embarcaciones neerlandesas que fueron capturadas luego del primer enfrentamiento naval en esas aguas. Posteriormente, otros barcos holandeses fueron retenidos y varias instalaciones en tierra fueron destruidas. Los españoles hicieron prisioneros a los holandeses, muchos de los cuales fueron elevados ahí mismo a la horca, mientras los demás eran remitidos al presidio de Cartagena.

Repitiéndose las incursiones de los enemigos de España, la Junta de Guerra de Madrid decreta, en 1622, la construcción del Fuerte Santiago del Arroyo de Araya, también conocido como «Castillo de Araya», para proteger la zona de incursiones de piratas y mercaderes de Caribe.

El 27 de noviembre de 1622, una flota holandesa constituida por 104 navíos, fondeó frente a Araya y el 30 del mismo mes, bombardeó las defensas españolas. Inicia de este modo, una de las batallas navales más importantes de América en el siglo XVII, cuando los holandeses atacaron Araya con el objeto de interrumpir la construcción de la fortaleza y apoderarse de manera definitiva de la península, siendo derrotados finalmente el 13 de enero de 1623 por el gobernador Arroyo y sus tropas. En esta contienda fue muerto el comandante holandés y gran parte de sus seguidores.

La construcción del castillo se inicia en enero de 1622 y culmina en 1625. El primer baluarte de lo que se llamó Real Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya, es la primera y más antigua fortificación en territorio venezolano que ha llegado hasta nuestros días, además de ser la más grande, la más compleja, y sobre todo, la única que cuenta con el respaldo de los Antonelli. Uno de los apellidos más famosos entre los ingenieros militares en América.

En 1684 un fuerte terremoto causó serios daños a su estructura y en 1725 un violento huracán inundó las salinas provocando nuevamente efectos devastadores en la construcción del castillo. La sucesión de olas que originó el huracán, penetraron tierra adentro transformaron la fisonomía del imprescindible “lago de sal” de tal modo que quedó convertido en un golfo de varios kilómetros de largo.

La corona española, preocupada por el costo de mantenimiento de la fortaleza y el gasto de su funcionamiento, así como la imposibilidad de seguir explotando la salina, decidió su demolición en 1759, tarea que cumplió el gobernador de Cumaná José Diguja Villagómez en 1762 con la voladura parcialmente de la construcción que requirió el empleo de más de 1000 quintales de pólvora y sin embargo, no fue posible su total destrucción. Después de esto, los españoles abandonaron la península de Araya, poniendo fin a 129 años de funcionamiento militar del Castillo de Araya.

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SERVICIOS EN EL CASTILLO DE ARAYA:

Cerca de la fortaleza militar colonial se encuentran restaurantes y posadas que prestan servicios.

Ubicación del Castillo de Araya:

Se encuentra en la población de Araya (Península de Araya), a orillas de la playa. Municipio Cruz Salmerón Acosta.

Cómo llegar al Castillo de Araya:

Se puede llegar a esta península vía terrestre, tomando la Trocal 09 (carretera Cumaná-Carúpano), luego cruzar en Cariaco y luego tomar la carretera que conduce a Chacopata; también vía marítima, a través de “tapaítos” y otras embarcaciones que tardan tan solo 30 minutos en llegar a Manicuare desde la ciudad de Cumaná. También, desde Cumaná hay ferry y otras embarcaciones que llegan directamente a la población de Araya, la travesía dura aproximadamente 1 hora.

Geolocalización: