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Población de Arenas

Se encuentra en la puerta de entrada al valle de Cumanacoa.

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Población de Arenas

Un Símbolo de Fe y Resiliencia en el Valle de Cumanacoa.

En la entrada del fértil valle de Cumanacoa, en el municipio Montes del estado Sucre, se encuentra el pueblo de Arenas. Este pueblo experimentó una transformación a lo largo del tiempo. Inicialmente establecido como un pueblo de Encomienda, transitó hacia un modelo de Misión, probablemente cerca de 1678, para finalmente ser registrada en 1773 por fray Iñigo de Abad como un consolidado pueblo de Doctrina.

Entre los atractivos más notables de Arenas destaca la hermosa Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, cuya construcción data del siglo XVIII. En 1783, don Luis Chávez Mendoza, enviado por la Audiencia de Santo Domingo, dejó constancia de la existencia del templo, que entonces se veneraba bajo la advocación de Nuestra Señora de Arenas.

Don Diego Manuel de Calzadilla y Marta erigió esta iglesia entre los años 1777 y 1782. En 1817, durante la guerra, un incendio ordenado por Pablo Morillo, que afectó a numerosas iglesias del actual municipio Montes, dañó principalmente su techumbre de madera, dejando la estructura expuesta a los elementos hasta su restauración en 1869. Posteriormente, entre 1974 y 1975, el Ministerio de Obras Públicas llevó a cabo una nueva restauración bajo el proyecto del arquitecto Roberto Armas Alfonzo.

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Pueblos de Encomienda:

En tiempos de la colonia, en teoría se pretendía limitar los abusos y tratos inhumanos de los españoles sobre la población indígena, es por ello, que se crea este sistema. Para que el encomendero (la autoridad en el pueblo) tuviera obligaciones de trato justo: trabajo y retribución equitativa y que evangelizara a los encomendados. Pero en la práctica se convirtió en un sistema de trabajo forzado para los pueblos originarios en favor de los encomenderos.

Pueblos de Misión:

Existía otro sistema de conformación de los nuevos asentamientos en la América colombina, se trata de los pueblos de misión. Este sistema consiste en aquellos pueblos fundados por los misioneros de diversas congregaciones (dominicos, franciscanos, capuchinos, jesuitas y otras) con población mayoritariamente indígena. Los misioneros se establecían en una zona y trataban de atraer a los indígenas quienes, trabajando en cayapa (trabajo cooperativo entre los indígenas) podían llegar a construir viviendas sólidas y pueblos de acuerdo con las especificaciones dictadas por la corona española.

Pueblos de Doctrina:

El régimen de doctrina consistió en la conformación de aldeas de indígenas en donde se asignaba a un sacerdote para enseñar la religión a los nativos. El sistema se ideó para realizar un cobro más eficiente de los tributos; para aumentar el control y aplicar la aculturación de la población sometida, mediante la prédica cristiana; y para asegurar la concentración de mano de obra disponible. Fue un instrumento alternativo frente al abuso del desacreditado sistema de encomienda, acusado de haber sido convertido por los encomenderos en un método solapado de enriquecimiento y explotación.