Cumaná es una ciudad que se configuró en el tiempo luego de sufrir diferentes metamorfosis en ese discurrir de 500 años, hasta llegar a la actualidad consolidada por diferentes áreas, ámbitos o sectores, teniendo varias referencias naturales de importancia, entre las que destacan el Golfo de Cariaco, el río Cumaná o Manzanares, las albúferas, las lagunas y humedales, las colinas o cerros circundantes y los pequeños valles en el sureste, oeste y en el suroeste.

Aún subsisten lugares antiguos a los que en un tiempo cercano denominaban casco histórico y en los últimos años nombran centro histórico. Diferenciando que el término casco alude a estructuras que se superponen o están por encima del resto de los sectores, con la existencia de monumentos o construcciones del pasado que sirven para contemplarlas o son parte de un turismo pasivo. Sin embargo el concepto de centro considera que son espacios con vida y actuación propia; y es una zona o sector que cuenta con sus referencias de actividades productivas, instituciones, organizaciones y población, sin menospreciar los monumentos del pasado.

El centro histórico de Cumaná alberga un rico patrimonio edilicio que integra edificaciones de uso residencial, religioso, defensivo, gubernamental, comercial y recreacional, entre las que se distinguen: las ruinas del “Cuartel para las tres Compañías”, un muro del antiguo “Cementerio de los Españoles”, la casa de los Badaracco, la Catedral, la Residencia del Gobernador, la Casa de Gobierno, y el Museo Andrés Eloy Blanco. Su evolución, afectada por la presencia de diversos terremotos, devino en una constante reconstrucción de las edificaciones y del espacio urbano. Desde 1977 se procura revertir este proceso, mediante la definición de un área de protección aproximada a cuarenta y dos hectáreas. El lugar fue declarado como zona de valor Histórico en Gaceta nº 31.267 de fecha 30-06-1977, delimitado al norte por la Calle Cantaura; al este por la Calle Badaracco Bermúdez; al sur por la calle Maestre; al oeste por el río Manzanares. Destacan, asimismo, tres edificaciones declaradas Monumento Histórico Nacional: Ruinas del Convento de San Francisco, Iglesia de Santa Inés de Guaranache y el Castillo de San Antonio de la Eminencia.

No menos significativas que la importancia urbana y arquitectónica del centro histórico de Cumaná son las manifestaciones religiosas, como las del día de Santa Inés, festejada el 21 de enero; la procesión del Nazareno en Semana Santa; los velorios de Cruz de Mayo, en sucesivos fines de semana que se extienden desde el 3 de mayo hasta junio; las fiestas patronales de la Virgen de las Mercedes los días 8 y 26 de septiembre respectivamente, junto a las festividades nacionales.

En el transitar de las últimas décadas se realizaron varios Planes Especiales, el primero fue el Reglamento Especial para el Casco Histórico ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas, en 1975. Posteriormente, fue el Plan de Rescate y Renovación del Centro Histórico de la Ciudad de Cumaná en 1981, elaborado para la Gobernación del Estado y CANTV por los arquitectos Wenceslao López y Nerio Neri Mago (Empresa L.N. Arquitectura C.A). En 1988, el Plan de Rescate y Renovación del Centro Histórico de la Ciudad de Cumaná, formulado para el Ministerio de Desarrollo Urbano por la arqta. Ingrid Gómez Fuentes. Y por último, el Ministerio del Poder Popular para el Turismo (MINTUR) en 2005, hace el Plan de Gestión para el Rescate y Vitalización del Centro Histórico de Cumaná. En el año 2009 fue adecentado la zona del Centro Histórico que corresponde a la Plaza Miranda, la avenida Aristiguieta y el Parque Ayacucho.