Cumanacoa

Es un lugar siempre verde, con eterna primavera, bañándose siempre con el aroma pegajoso de la caña de azúcar

Dulce verde de los cañaverales que adornan las extensiones hermosas a las orillas de las carreteras. Tan fértil como la mujer sucrense, tan llena de historia que aún se siente fresca la huella de la época de la colonia a través de sus antiguas y monumentales iglesias de San Fernando, Arenas, Aricagua y San Lorenzo.

Sobre Cumanacoa

Cumanacoa y todo el Municipio Montes es un lugar siempre verde, con eterna primavera, bañándose siempre con el aroma pegajoso de la caña de azúcar. Dulce verde de los cañaverales que adornan las extensiones hermosas a las orillas de las carreteras. Tan fértil como la mujer sucrense, tan llena de historia que aún se siente fresca la huella de la época de la colonia a través de sus antiguas y monumentales iglesias de San Fernando, Arenas, Aricagua y San Lorenzo. Esta geografía es fuente inagotable de agua dulce, fuente de gente buena que siempre ofrecen la bienvenida al visitante, cuna del creador del bandolín morocho y testigo fiel del paseo que hace el río Manzanares a través de sus tierras.

La palabra «Cumanacoa» significa lugar o sitio donde abundan los frijoles. Tavera Acosta (escritor nacido en Carúpano en el año 1865) dice que tiene origen unimanense, pero en la lexicografía que aparece en su obra “Venezuela Precoloniana”, como chaima. En Arawaco y otras lenguas también encontramos el mismo significado.

Dentro de los datos históricos que se conocen, en primer lugar aparece como fundador el capitán Pedro García Camacho, que en el año 1585 estuvo en el valle de Cumanacoa, y por orden del gobernador de Cumaná de ese entonces, Pedro Pérez de Almazán, al parecer materializaba la primera fundación que no duró mucho tiempo, debido al embate de los indígenas de la comarca que acabaron con los vestigios de los conquistadores.

Luego se registra otra fundación en el siglo XVII, por el capitán Baltasar de Arias, con el nombre de San Baltasar de los Arias de Cumanacoa. Pero antes de su fundación se habían concedido muchas encomiendas en ese valle y en sitios cercanos. Según dice y prueba el profesor Luis Peñalver, el 2 de mayo del año 1646, se expide la Cédula Real, por la cual se acredita a don Luis Bastardo de Loaysa la primera encomienda en el valle de Cumanacoa, y por lo tanto el inicio de su poblamiento. Más tarde, el 27 de abril del año 1676, se realiza en Cumaná el ceremonial de otorgamiento de encomienda al alférez real don Fernando del Bastardo, también en el valle de Cumanacoa. En 1618 se había dado encomienda a Juan Rengel, en el sitio de Cocollar. Así como éstas, cita otras más que confirman la antigüedad de la colonización de la hoy Cumanacoa.

Según el historiador venezolano Guillermo Morón, en su “Historia de Venezuela”, Tomo 2, pág. 365(...), señala que “el 6 de diciembre de 1636 el gobernador Benito Arias Montano capitula con el capitán Juan Rengel de Serpa la fundación de una ciudad en Cumanacoa, evidente jurisdicción de Cumaná. En febrero de 1637, Rengel abre caminos y hacia el 25 de abril de ese mismo año, se fundó San Baltasar de los Arias, bajo el patrocinio de Arias Montano…”

En 1639, otra vez aparece Cumanacoa en conflictos, ya que el conocido conquistador Juan de Urpín, incorpora a Cumanacoa al territorio de su gobernación de Nueva Barcelona y obtiene autorización para fundar la ciudad con el nombre de Santa María de Cumanacoa, el 18 de febrero de 1643, después de desalojar a los cumaneses.

Dos años después, Cumaná recuperaba nuevamente la ciudad y volvía a rebautizarse con el nombre anterior de San Baltasar de los Arias, que definitivamente conservará hasta los días de la Independencia.

Fray Antonio Caulín, en su «Historia de la Nueva Andalucía», en el año 1717 proporciona el detalle de otra refundación de la cambiante Cumanacoa, ciudad problemática por el ambiente de defensa de su territorio que existía entre los nativos con respecto a los frailes y encomenderos que la rodeaban entonces: «Pusieron su primer asiento en el valle de Turimiquire, donde hoy está el pueblo de San Lorenzo y hechas sus buenas haciendas de cacao con el auxilio y ayuda que les daban los encomenderos proveyéndoles de indios para la labor de sus tierras, fabricaron sus casas a orillas del río Cumanacoa, poco distante de la orqueta que forma el río de Cumaná con el de Aricagua, diez leguas al Sur-Este de aquella capital. Fabricado el competente número de casas para el título de ciudad, se le impuso el nombre de San Baltasar de los Arias por su primer fundador el gobernador Benito Arias Montano».

La actividad económica principal de Cumanacoa es el cultivo de caña de azúcar. Cuentan con un Central Azucarero donde procesan la caña para luego fabricar los productos derivados, como el azúcar.

Ubicación:

Está situada en un valle aluvial del río Manzanares al Sur del estado, a 55 Km de Cumaná, es la capital del Municipio Montes y se emplaza a 245 metros de altitud. Se ubica en el Centro-Oeste del estado, se puede llegar desde Cumaná y Maturín, también desde San Antonio del Golfo.

Cómo llegar:

Para llegar a la Población de Cumanacoa, se toma la Troncal 09, sentido Barcelona - Puerto La Cruz - Cumaná, luego tomar la via que conduce a Cumanacoa. Ver más detalles

Geolocalización:

 


Información extraída del libro:
"Sucre, un pedacito de paraíso en el oriente venezolano (2009)"
de la autoría de: Rosendo Acosta

Comentarios